Sabiendo las enormes ventajas que ofrece la Ozonoterapia y la Megadosis de VIT C para el paciente Oncológico es que buscamos adecuar el tratamiento de la mejor manera posible.
Es importante resaltar que ambas terapias por su mecanismo de acción, se contraponen; por lo cual nosotros proponemos realizar una terapia separada de la otra para lograr un mejor efecto terapéutico.
Por un lado, el gas de ozono medicinal es uno de los más potentes oxidantes, que utilizado en dosis y concentraciones adecuadas es también uno de los más potentes estimulantes de las defensas antioxidantes del cuerpo. Como es un tratamiento a base de oxígeno incrementa el metabolismo del mismo provocando mayor energía a la célula y a todo nuestro organismo. Al mejorar la oxigenación de los tejidos, la ozonoterapia “agrede” a las células tumorales y estimula las células sanas. El uso de ozonoterapia es un complemento efectivo no solo para reducir los efectos secundarios de tratamientos oncológicos como la quimioterapia y la radioterapia, sino también mejorando la calidad de vida de los pacientes al potenciar su sistema inmune.
Por otro lado, vitamina C es considerada el antioxidante más importante del líquido extracelular y uno de los principales captadores de radicales libres del organismo. Se ha comprobado que La vitamina C endovenosa administrada en altas dosis tiene un efecto citotóxico sobre las células tumorales. Este efecto es debido a que inhibe el uso del piruvato, necesario para la glicolisis anaerobia que realiza la célula cancerígena. Los pacientes con cáncer tienen niveles de vitamina C en sangre por debajo de lo normal por lo que su aplicación es altamente necesaria.
Las células cancerígena dependen de la glucosa como su fuente principal de combustible metabólico. La forma molecular de la vitamina C es notablemente similar a la glucosa. Las células de cáncer trasportan activamente la vitamina C hacia sí mismas, posiblemente debido a que la confunden con la glucosa. Cuando se administra en concentraciones inusualmente grandes, la
vitamina C antioxidante comenzará a comportarse como un PROOXIDANTE, conforme interactúa con el cobre y el hierro intracelular. Esta interacción química produce pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno. Ya que las células cancerígenas tienen una cantidad relativamente baja de una enzima antioxidante intracelular llamada catalasa, la inducción del peróxido por la dosis alta de vitamina C continuará acumulándose hasta que eventualmente rompa la célula de cáncer de dentro hacia afuera. Esto convierte efectivamente a una dosis alta de vitamina C intravenosa en un agente quimioterapéutico no tóxico.