La Psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que tiene un fuerte impacto en la calidad de vida del paciente. Es una afección común, no contagiosa, que afecta entre un 2 a 3 % de la población mundial. Comúnmente comienza a desarrollarse entre los 15 y 35 años de edad, puede aparecer de forma repentina o gradual. En algunos casos desaparece y posteriormente se reactiva.
Los síntomas de la Psoriasis se caracterizan por la presencia de zonas o parches gruesos inflamados, de color rojizo, que suelen cubrirse de escamas platinadas.
El tratamiento con Ozono, realizando un abordaje generalizado y localizado de la enfermedad, constituye el principio de la solución:
El ozono mejora el flujo sanguíneo a la dermis, aumentando la oxigenación de los tejidos tratados esencial para la regeneración de la piel y disminución del edema. Además inmunomodula las defensas, evitando el excesivo crecimiento de células epidérmicas y desinfecta las lesiones gracias a su poderosa acción germicida.